Diario Secreto de Akko

Hoy empiezo mi diario con el fin de encuadrar aquí mis penas, para no dejar que mi sufrimiento se refleje en el exterior. ¿Porqué? Pues creo que ahora nadie merece saber lo que me pasa, es más, a nadie le interesa.

Al parecer, el día en que nací tenía todos mis hermanos cerca, también mis padres y mis abuelos. Mi vida, que mis padres me dieron, acabó pronto con la de ellos, mis hermanos, mis abuelos... en fin, mi familia. Yo tuve la culpa de lo que pasó, solo yo... Tan solo yo. Y ahora no puedo hacer marcha atrás, aunque quiera... No puedo revivirlos, ni con ellos a mi corazón.

Me siento que me falta parte del corazón estando aquí, encerrada, con esa gente la cual no conozco y no quiero conocer. Extraño mis hermanos, mis padres y mis abuelos. Los amé y no puedo demostrárselo ahora. Eso me duele, me duele más no puedes saberlo.

Y él, que apareció en mi vida como si de un milagro se tratase. ¿Él qué? ¡Oh, Dios mío! Me quitas todas mis alegrías, todos mis sueños, mis amistades... Porqué a él también.

¿Porqué no me matas? ¡Total, a mi entender ya no te sirvo! O a caso... ¿Te gusta que sufra? ¡ Devuélvemelo!

Querido diario... (¿De verdad hace falta lo de "querido"?) hoy he conocido a una de mis compañeras. Se llama Ayumi Tsuruga. En verdad parece mona. La encontré un poco lanzada, poco discreta. No parece tenerle miedo a nada, ni vergüenza... Pero eso, visto desde mi punto de vista, eso es bueno.
Me costó mucho devolverle el saludo, me sentí incómoda cuando la vi por primera vez y me empezó a hablar. La conversación... me costó mantener mis nervios a flote... Me temblaba la voz y sudaba frío, no sabía como hablar.. Tartamudeaba...

Luego de hablar un rato me di cuenta de que era mi compañera de habitación y me invitó el ir a verla. Pero antes de que pudiera responderla, se fue corriendo... Tse, es un poco rápida. Ja, ja!

Desde mi habitación se ve la plaza Tsubasa. No te lo he contado pero fue allí donde conocí a Tsuruga... Yo estaba sentada en un banco al lado del obelisco con el escudo del Instituto, observando la fuente de Venus. Esa vista me enamoró, ¡me enamoró de verdad! Y desde la habitación se ve, la fuente, el obelisco... ¡Ese paisaje tan bonito! Ay! Ya no se ni como escribo, tendríais que verlo para creerme.

... ¿Porque digo "tendríais", si no lo va a leer nadie?


Hablando de otra cosa... Tengo que sincerarte pero... ¡Encontré super cutre que el color de mi habitación sea naranja y el de las sábanas de mi cama, verdes! ¡Qué hortera, por favor! Tendré que hacer algo para remediarlo, y tendrá que ser pronto.

Bueno, me voy que ya es tarde y quería irme a dar una vuelta por la plaza otra vez. A ver si encuentro a algún alumno más, o algún profesor... Pero solo para verlos, no quiero hablar con ellos.

Bueno, bye.